Significa que dejará de distribuir actualizaciones y nuevas características, por lo que usuarios deberán actualizar a Windows 8.1.
Tal como sucedió hace casi un año con Windows 7, la próxima versión del sistema operativo de Microsoft en dejar de recibir soporte es Windows 8, por lo que millones de usuarios representados por el 3,29% de cuota quedarán expuestos si no actualizan a Windows 8.1, equivalente a los Service Pack de versiones antiguas de Windows.
Por otra parte, los fabricantes de computadoras deberán dejar de vender computadoras con Windows 8 preinstalado a partir del 30 de junio del presente año, mientras que computadoras con Windows 8.1 y Windows 7 Professional preinstalado podrán venderse hasta el 31 de octubre de 2016.
De esta manera finalizará el soporte para una de las versiones de Windows menos queridas por los usuarios del sistema operativo, quizá más por eliminar el botón del menú inicio o por su interfaz inadaptada enfocada a los dispositivos táctiles. Superar estos errores han hecho de Windows 10 una de las mejores versiones que existen y por la cual Microsoft está apostando demasiado.